Rivera Garden

La zamioculca

Las plantas procedentes de áreas tropicales de África y América suelen ser una estupenda opción para decorar los espacios interiores de nuestros hogares. En ese sentido, en Rivera Garden tenemos una selección maravillosa de estos valores seguros de la jardinería ornamental. En nuestro blog queremos presentarte hoy la zamioculca

Origen

La Zamioculcas zamiifolia es una planta vivaz de tipo arborescente, es decir, un arbusto, de tallo leñoso y en forma de tubérculo, emparentada con las suculentas y de la familia de las aráceas. Es originaria de Kenia, Tanzania y Sudáfrica, es decir, de todo el África boreal. 

Desde su remoto y exótico origen, y por su morfología, se han popularizado en Europa como planta ornamental, dado que ofrece una viveza y un excelente contraste con las flores clásicas del estilo andaluz. 

La zamioculca resulta perfecta para ocupar los rincones de nuestros hogares dándole un toque colonial que se adecúa estupendamente a las paredes blancas de las casas de Chipiona, y a los patios llenos de azulejos andaluces, realzándolos. 

Características

En su hábitat natural, la zamioculca puede alcanzar el metro de altura con facilidad. Su hoja es perenne, y su denso y atractivo follaje está compuesto por tallos de un verde intenso que cuando la planta llega a la edad adulta, puede alcanzar incluso el metro de longitud. 

Son tallos esbeltos que dan hojas gruesas y con forma de elipse, cuyo rango cromático atraviesa todas las tonalidades del verde. Estas hojas también son pulposas y acabadas normalmente en una punta de lanza muy característica.  

Como suele ocurrir con este tipo de arbustos tropicales, su floración es insignificante. Ocurre con la zamioculca que es importante no cambiarla a menudo de lugar, ya que es una planta que se integra con su entorno una vez acostumbrada, y es entonces cuando empieza a desplegar con intensidad y exuberancia su follaje, de crecimiento lento, al igual que otras plantas tropicales como la drácena. 

Cuidados y enfermedades 

La zamioculca es una planta accesible y fácil de cuidar. Como todos los arbustos tropicales, resultan ideales para las personas que quieren disfrutar de vida y luz en sus hogares pero que, por cualquier motivo, no cuentan con demasiado tiempo para atender las labores de jardinería y botánica

Sin embargo, naturalmente requiere de unas atenciones mínimas para que su crecimiento no se vea afectado y podamos disfrutar de ella en todo su esplendor. 

Debido a su condición tropical y a su origen, estamos ante una planta enormemente resistente. Pero eso no quiere decir que tolere los ambientes demasiado oscuros y sombreados, o las temperaturas muy bajas: la zamioculca necesita una temperatura media entre los 16 y los 21 grados, así como un caudal de luz moderado. En ese sentido no son demasiado exigentes, pueden vivir y desarrollarse en cualquier lugar del interior de nuestra casa evitando por supuesto que la luz del sol incida sobre la planta de forma directa: con una buena iluminación indirecta será suficiente para que su aspecto ofrezca el verde intenso y compacto que deseamos. 

En cuanto a la cuestión del riego, hay que tener cuidado: no conviene hidratarlas en exceso. Deberemos cerciorarnos de que su suelo está bien seco antes de volver a regarlas, evitando en lo posible hacerlo con un agua muy caliza. También deberemos comprobar que su suelo es liviano, suave y que drene muy bien. ¡Conviene cambiarla de tiesto cada dos o tres años! En invierno, regaremos nuestra zamioculca con mucha moderación. 

Con que la abonemos (con abono líquido) una vez al mes, será suficiente, entre su período vegetativo, que coincide con el período entre marzo y octubre. En caso de que la humedad ambiental de la estancia en la que hemos ubicado nuestra planta sea demasiado baja, estará bien pulverizarle agua sobre sus hojas de vez en cuando. 

¿Y cuándo la podamos? Pues cada vez que observemos que su follaje se ennegrece o amarillea, y presente claros indicios de sequedad. 

Al ser como decimos una planta muy resistente, sólo deberemos advertir la presencia de la cochinilla algodonosa, uno de los insectos más molestos en los huertos y jardines. Cuando las hojas de nuestra zamioculca amarillean y empalidecen, sabremos que están siendo atacadas por la cochinilla, para lo que habrá que acudir a un insecticida y fertilizar orgánicamente cada cierto tiempo para evitar el riesgo de una nueva reinfección. Como sabes, en el vivero de Rivera Garden contamos con la orientación de los mejores profesionales de la jardinería y la botánica, que están siempre dispuestos para solventar todas tus dudas en el cuidado de estas maravillosas plantas.

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